Creemos que las Escrituras, que comprenden los sesenta y seis libros de la Santa Biblia, son la Palabra inspirada de Dios, inerrantes en todo lo que enseñan y afirman, la completa revelación de la voluntad de Dios para la salvación de la humanidad y la autoridad suprema y final de toda la fe y vida cristiana. (Prov 30:5-6; Mt 5:17-18; Jn 5:39-40; 2 Tim 3:16, 17; Heb 4:12; 2 Pe 1:21).
Creemos que las Escrituras, que comprenden los sesenta y seis libros de la Santa Biblia, son la Palabra inspirada de Dios, inerrantes en todo lo que enseñan y afirman, la completa revelación de la voluntad de Dios para la salvación de la humanidad y la autoridad suprema y final de toda la fe y vida cristiana. (Prov 30:5-6; Mt 5:17-18; Jn 5:39-40; 2 Tim 3:16, 17; Heb 4:12; 2 Pe 1:21).
Creemos que hay un Dios viviente y verdadero, el creador y soberano de todas las cosas, infinitamente perfecto, digno de todo honor y amor, y que existe eternamente en tres personas co-iguales, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, idénticos en toda perfección divina, quienes desempeñan funciones distintas pero armoniosas en la gran labor de redención. (Gn 1:1; Dt 6:4; Jr 10:10; Mt 28:19; 2 Cor 13:14; Ef 4:5-6; Ap 4:6-11).
Creemos que hay un Dios viviente y verdadero, el creador y soberano de todas las cosas, infinitamente perfecto, digno de todo honor y amor, y que existe eternamente en tres personas co-iguales, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, idénticos en toda perfección divina, quienes desempeñan funciones distintas pero armoniosas en la gran labor de redención. (Gn 1:1; Dt 6:4; Jr 10:10; Mt 28:19; 2 Cor 13:14; Ef 4:5-6; Ap 4:6-11).
Creemos en Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, concebido por el Espíritu Santo. Creemos en Su nacimiento de una virgen, Su vida sin pecado, Sus milagros y Sus enseñanzas. Creemos en Su muerte expiatoria y sustitutiva por el pecado, Su resurrección en cuerpo, Su ascensión al cielo, Su perpetua intercesión por Su pueblo y Su retorno a la Tierra de forma personal y visible. (Jn 1:14; Lc 1:35; Hch 1:11; 1 Cor 15:1-4; 1 Tes 4:13-18; Heb 7:25; 1 Pe 1:19; 1 Pe 2:22).
Creemos en Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, concebido por el Espíritu Santo. Creemos en Su nacimiento de una virgen, Su vida sin pecado, Sus milagros y Sus enseñanzas. Creemos en Su muerte expiatoria y sustitutiva por el pecado, Su resurrección en cuerpo, Su ascensión al cielo, Su perpetua intercesión por Su pueblo y Su retorno a la Tierra de forma personal y visible. (Jn 1:14; Lc 1:35; Hch 1:11; 1 Cor 15:1-4; 1 Tes 4:13-18; Heb 7:25; 1 Pe 1:19; 1 Pe 2:22).
Creemos en el Espíritu Santo, quien procedió del Padre y del Hijo para declarar culpable al mundo en cuanto al pecado, la justicia y el juicio, y para regenerar, santificar, y empoderar a todos los que creen en Jesucristo. Creemos que el Espíritu Santo habita en cada creyente en Cristo, dispensa dones espirituales, y es una constante ayuda, maestro y guía. (Ef 1:13-14; Ef 5:18; 1 Cor 12:4, Jn 16:8-11).
Creemos en el Espíritu Santo, quien procedió del Padre y del Hijo para declarar culpable al mundo en cuanto al pecado, la justicia y el juicio, y para regenerar, santificar, y empoderar a todos los que creen en Jesucristo. Creemos que el Espíritu Santo habita en cada creyente en Cristo, dispensa dones espirituales, y es una constante ayuda, maestro y guía. (Ef 1:13-14; Ef 5:18; 1 Cor 12:4, Jn 16:8-11).
Creemos que el hombre fue creado por Dios a Su propia imagen; que pecó deliberadamente y de ese modo provocó la muerte física, espiritual y eterna, la cual es la separación de Dios; que como consecuencia, todos los seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa y son pecadores por voluntad propia y por lo tanto están bajo condenación. Creemos que la salvación es el don de Dios, que se ofrece a la humanidad pecaminosa por medio de la gracia divina, y se recibe por medio de la fe personal en el Señor Jesucristo. Todos los que le reciben son justificados delante de Dios, poseen vida eterna, y nunca perecerán. (Gn 1:26-27; Jn 1:12; Jn 3:16; Jn 6:39-40; Rom 3:23; Ef 2:8-9; Rom 10:9-13; 1 Pe 1:18-19).
Creemos que el hombre fue creado por Dios a Su propia imagen; que pecó deliberadamente y de ese modo provocó la muerte física, espiritual y eterna, la cual es la separación de Dios; que como consecuencia, todos los seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa y son pecadores por voluntad propia y por lo tanto están bajo condenación. Creemos que la salvación es el don de Dios, que se ofrece a la humanidad pecaminosa por medio de la gracia divina, y se recibe por medio de la fe personal en el Señor Jesucristo. Todos los que le reciben son justificados delante de Dios, poseen vida eterna, y nunca perecerán. (Gn 1:26-27; Jn 1:12; Jn 3:16; Jn 6:39-40; Rom 3:23; Ef 2:8-9; Rom 10:9-13; 1 Pe 1:18-19).
Creemos en la iglesia universal, un cuerpo espiritual viviente del cual Cristo es la cabeza y todas las personas regeneradas son miembros. Creemos en la iglesia local, que consiste de un grupo de creyentes en Jesucristo, bautizados de acuerdo a una profesión fiable de fe, reconciliados a través de diferencias de género, raza, etnia y clase, y que se reúnen para la alabanza, el ministerio, y el compañerismo. Creemos que Dios ha encargado a los miembros de la iglesia local la tarea principal de hacer discípulos de todas las naciones. (Ef 2:19-22; Hch 1:8; Ef 5:19-21; Hch 2:42; Heb 10:23-25; Mt 28:18-20).
Creemos en la iglesia universal, un cuerpo espiritual viviente del cual Cristo es la cabeza y todas las personas regeneradas son miembros. Creemos en la iglesia local, que consiste de un grupo de creyentes en Jesucristo, bautizados de acuerdo a una profesión fiable de fe, reconciliados a través de diferencias de género, raza, etnia y clase, y que se reúnen para la alabanza, el ministerio, y el compañerismo. Creemos que Dios ha encargado a los miembros de la iglesia local la tarea principal de hacer discípulos de todas las naciones. (Ef 2:19-22; Hch 1:8; Ef 5:19-21; Hch 2:42; Heb 10:23-25; Mt 28:18-20).
Creemos en el retorno del Señor Jesucristo a la Tierra de forma personal y visible y en el establecimiento de Su reino. Creemos en la resurrección de los muertos, los justos a la vida eterna y los malvados al castigo eterno. (Mt 16:27; Hch 1:11; Flp 3:20; 1 Tes 4:15; 2 Tim 4:1; 1 Cor 15:20-28; 2 Tes 1:7-10).
Creemos en el retorno del Señor Jesucristo a la Tierra de forma personal y visible y en el establecimiento de Su reino. Creemos en la resurrección de los muertos, los justos a la vida eterna y los malvados al castigo eterno. (Mt 16:27; Hch 1:11; Flp 3:20; 1 Tes 4:15; 2 Tim 4:1; 1 Cor 15:20-28; 2 Tes 1:7-10).
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